viernes, 27 de julio de 2012

Pitágoras de Samos y los animales‏


Pitágoras de Samos 

Pitágoras vegetariano y defensor de los animales

«¿Puedes realmente preguntar por qué razón Pitágoras se abstenía de comer carne? Por mi parte más bien me asombro y me pregunto por qué gran accidente y en qué estadomental el primer hombre utilizó su boca para desgarrar y llevó sus labios a la carne de una criatura muerta, tendió su mesa con cuerpos muertos y pálidos y se aventuró a llamar alimento y nutrición a esos seres que en un momento se alegraron, lloraron, se movieron y vivieron… ¿Cómo pudieron sus ojos soportar la matanza cuando sus gargantas eran cortadas y sus miembros descuartizados? ¿Cómo pudo su nariz soportar esos olores? ¿Cómo es que esa contaminación no tornó su gusto y pudo beber jugos y serúmenes de heridas mortales?… Ciertamente que no comemos leones o lobos por autodefensa, por el contrario matamos criaturas dóciles que ni siquiera tienen dientes para dañarnos. Por un poco de carne les privamos del sol, la luz y de la duración de la vida a la cual tienen derecho.»
(Plutarco, Acerca de comer carne)

El maestro Pitágoras predicaba la compasión hacia todos los seres vivos. Por eso fue vegetariano (Diógenes Laercio nos dice que Pitágoras se contentaba con comer pan, miel y vegetales, y que «su ordinaria vianda eran hierbas cocidas y crudas»).
Asimismo, el maestro Pitágoras también fue un gran defensor de los animales. No soportaba la crueldad contra las criaturas inocentes. Diógenes nos transmite una famosa anécdota que ilustra este punto: « [Contaba Jenófanes que el maestro Pitágoras] una vez caminaba cerca de un perro maltratado y compadeciéndose le dijo a su amo: no le golpees, pues he reconocido el alma de un amigo mío al oír el sonido de sus lamentos.»
(Diógenes Laercio, Vidas de los filósofos más ilustres, libro VIII).

Pitágoras prohibió a sus seguidores matar animales, vestir con lana y evitar los sacrificios sanguinarios ante los dioses. «Alimenta un gallo, pero no lo sacrifiques, pues está consagrado a la Luna y al Sol», aconsejaba el maestro.
Nos dice Porfirio, en su Vita Pythagorae, que el maestro Pitágoras pidió a sus discípulos «no sólo abstenerse de los seres vivos, sino también no acercarse nunca a los carniceros y cazadores» (seguro que Pitágoras, de vivir en nuestros días, condenaría enérgicamente a quienes disfrutan de las sanguinarias corridas de toros, o de los aberrantes “coleos” de ganado o de las salvajes peleas de gallos o de perros).
A continuación les dejo para la reflexión algunas frases del maestro Pitágoras sobre el vegetarianismo y la defensa de nuestros hermanos animales:
«Nunca mojes tu pan en la sangre de los animales ni en las lágrimas de tus semejantes».
«Oh compañeros, no den a sus cuerpos comida pecaminosa. Tenemos maíz, manzanas y uvas que doblan las ramas con su peso. Existen hierbas dulces y vegetales que pueden ser cocinados y suavizados con el fuego, y a ustedes no se les raciona ni la leche ni la miel. La Tierra nos da una inmensa cantidad de riquezas de inocentes alimentos y nos ofrece banquetes que no involucran derramamientos de sangre ni matanzas. Sólo las bestias satisfacen su hambre con carne, y ni siquiera todas ellas.»
«Todo lo que el hombre hace a los animales, regresa de nuevo a él. Quien corta con un cuchillo la garganta de un buey y permanece sordo ante los bramidos de temor, quien es capaz de matar impávido a un atemorizado cabrito, y se come el pájaro, al que él mismo ha alimentado, ¿cuán lejos está del crimen un hombre así?»
«Mientras los hombres sigan masacrando a sus hermanos los animales, reinará en la tierra la guerra y el sufrimiento y se matarán unos a otros, pues aquel que siembra dolor y la muerte no podrá cosechar ni la alegría, ni la paz, ni el amor.»
«Los animales comparten con nosotros el privilegio de tener alma.»